Psicoterapeuta especializada en la intervención con expatriados, con conocimiento de primera mano de la realidad en el terreno, acumulada a través de misiones humanitarias regulares, de emergencia en áreas de conflicto y mediante intervenciones en casos de incidentes críticos.

Gracias a una grande flexibilidad de horario y al uso de Skype / Whatsapp / otras aplicaciones, puedo seguirte independientemente de dónde estés y ajustar el marco terapéutico a tus necesidades.

Sesiones en español, italiano, inglés, francés.

En la sección “más informaciones”:

  • un enlace con mi artículo sobre la experiencia de los expatriados que trabajan para ONGs y sobre el síndrome de desarraigo. En el artículo explico también el modelo de intervención con el que trabajo;
  • las reacciones de estrés negativo/distress más frecuentes en este estilo de vida;
  •  las definiciones de estrés, distress, Burnout, Trauma Indirecto (Vicario), Trastorno de Estrés Agudo (ASD), TEPT y los cambios más típicos que acontecen en la personalidad

MÁS INFORMACIONES

El estilo de vida de un expatriado implica mudarse al extranjero, por razones de trabajo, estudio, interés, con una periodicidad más o menos frecuente. Esto requiere una adaptabilidad del marco terapéutico diferente a la que se aplica en la psicoterapia tradicional con personas que viven en la misma zona horaria, o pueden desplazarse al despacho o suelen tener una buena conexión a Internet y horarios fijos. Es por eso que el número y la forma de las sesiones se ajustarán teniendo en cuenta tus ritmos.

Para los expatriados, la decisión de irse a vivir por un período más o menos largo a otro país trae consigo muchos sentimientos y preguntas, por lo que es normal sentirse emocionado y atemorizado a la vez.

Estas preguntas que, por un lado, dan un fuerte sentido de aventura, libertad, alegría, por otro, se juntan con la preparación logística de la salida, la separación con el entorno conocido, el malestar vinculado a la posibilidad de estar ausente en momentos significativos de tu propia red familiar o social (por ejemplo, nacimientos, bodas, ritos religiosos, enfermedades, pérdidas / decesos, etc.) y crean una cierta cantidad de estrés.

A esto también se añade todo el proceso, inesperado, de readaptación al regreso.

Se sabe, de hecho, que ir a un sitio bajo muchos aspectos nuevo, conlleva una cierta capacidad de adaptación, mientras que puedes no esperarte que esto suceda cuando vuelves al lugar que siempre has considerado “casa”. En este caso te enfrentas a un proceso de readaptación que no es siempre fácil y, además, es una fuente de estrés o estrés negativo/distress.

Pero qué se entiende con estrés y estrés negativo/distress?

El estrés es una reacción fisiológica adaptativa y útil que representa la forma en que el cuerpo nos protege. Nos ayuda a mantenernos enfocados, con energía y en alerta, aumenta la fuerza y la resistencia.

En situaciones de emergencia, un buen nivel de estrés puede salvarnos la vida.

A pesar de esto, cuando esta reacción natural dura demasiado o es demasiado intensa, el estrés deja de ser adaptativo y comienza a dañar gravemente la salud, el estado de ánimo, la productividad, las relaciones con los demás y, en última instancia, la calidad de la vida en su conjunto. Esto es cuando el estrés se convierte en estrés negativo o distress.

Las principales reacciones en situaciones de estrés negativo o distress pueden ser:

  • Sensación de malestar general

  • Inestabilidad emocional: llanto frecuente, irritabilidad o ataques de ira

  • Aumento del estado de alerta (híper-arousal)

  • Miedo en ausencia de un peligro claro

  • Tics nerviosos o movimientos inusuales

  • Malestar o problemas físicos sin una causa médica clara. Por ejemplo: erupciones cutáneas, dolores articulares o musculo-esqueléticos, dolor de cabeza, gastritis, problemas digestivos, náuseas, palpitaciones, mareos, hiperventilación, etc.

  • Dificultad para concentrarse

  • Dificultad para recordar o pérdida de memoria

  • Trastornos del sueño: insomnio o hipersomnia (exceso de sueño), pesadillas, sueño intermitente

  • Trastornos de la esfera sexual: pérdida o exceso de deseo

  • Sentimiento de un futuro sin expectativas con respecto al trabajo, la vida en general, las relaciones interpersonales

  • Sentirse inútil

  • Sentimiento de vergüenza o culpa excesiva o prolongada

  • Disminución del interés o participación en actividades que antes resultaban agradables

  • Sentirse solo, aislado, alejado de los demás

  • Tristeza

  • Anestesia emocional

  • Falta de energía, sensación de esfuerzo

  • Dificultad para tomar decisiones o elegir

  • Abuso de sustancias / adicción: alcohol, drogas, medicamentos

  • Descuido de uno mismo

  • Pérdida de apetito o exceso de hambre (híperfagia)

  • Comportamiento agresivo

  • Depresión

  • Actos o ideas suicidas

Para aquellos que se dedican a un trabajo que implica viajes frecuentes entre un país y otro, por ejemplo, los expatriados que van a misiones humanitarias o militares, a los factores enumerados anteriormente se añade todo el proceso, a menudo inesperado y, por lo tanto, de gran impacto de la readaptación al regreso.

Después de una experiencia laboral en otra cultura, puedes resentir una serie de sentimientos a veces contrastantes. De hecho, la alegría de regresar y el deseo de descansar se juntan con otros sentimientos menos agradables. Es habitual sentirse confundido, desorientado, perdido, molesto, frustrado con respecto al materialismo de los países occidentales. Puedes tener la sensación de que las expectativas que tenías antes de irte no se han cumplido, o incluso puede que hayas tenido que volver antes de lo esperado.

Puedes sentirte deprimido y recordar constantemente las experiencias que has tenido en el terreno, o, al contrario, lo que has vivido en misión puede parecerte irreal y lejano.

A menudo es muy difícil comunicar la experiencia vivida a quienes te rodean. Puede pasar, por ejemplo, que cuando comienzas a contarles tu experiencia a tus amigos y familiares, sientas una falta de interés por su parte.

Otro cambio importante que puedes notar es el de pasar a ser “uno más” y a estar más solo. En el terreno muy a menudo estás rodeado las 24 horas al día de otras personas, mientras que el regreso puede significar no tener siempre a alguien al lado, tener que buscar un momento específico durante la semana para encontrarte con los amigos o hacer actividades con los demás. Esto puede representar volver a quedarse solo.

Todo esto requiere un proceso de readaptación a tu entorno que puede causar sentimientos de tristeza y pérdida.

Cuando estamos lejos del lugar donde habitualmente residimos y que consideramos como uno de nuestros hogares, conservamos una imagen mental congelada de cómo era nuestra vida allí y, cuando volvemos, nos enfrentamos al hecho de que, sin embargo, ha habido cambios. Puede suceder que la apariencia de la ciudad haya cambiado o que la situación vital de las personas que conoces haya cambiado. La recuperación de la red social es un doble proceso de adaptación, por tu parte y por parte de quienes se han quedado en el lugar al que regresas.

A la vuelta es importante que te cuides a ti mismo y tu salud a todos los niveles, ya que es en este momento donde estás más expuesto y vulnerable.

Un acompañamiento psicológico es indicado para no llegar a un estado de acumulación excesiva de estrés negativo, lo que provocaría un agotamiento/burnout, con el consiguiente malestar en la globalidad de tu vida.

Si ya te sientes en un estado de burnout, fatiga por compasión / trauma indirecto, entonces la psicoterapia te ayudará a recuperar la confianza en ti mismo, a sentirte nuevamente capaz de amar y comprender la belleza de lo que te rodea.

Burnout, Fatiga por Compasión/Trauma Indirecto, Trastorno de Estrés Agudo (TEA), Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT/PTSD), TEPT Complejo

El Burnout es un estado que se deriva de un proceso multifactorial de exposición duradera al estrés. El estrés se debe principalmente a una discrepancia entre la demanda y los medios disponibles para satisfacerla o, en otras palabras, a un desequilibrio entre las expectativas y las posibilidades reales. Este estado involucra 3 factores principales:

  • Agotamiento: sentirse extremadamente cansados

  • Cinismo: sentimiento de lejanía e indiferencia hacia los demás

  • Ineficacia: sensación de no conseguir nada de significativo en el trabajo. Esto se acompaña a una escasa motivación

Si bien es cierto que el burnout es un “estado”, también hay que decir que sólo se puede alcanzar después de un largo proceso caracterizado por 3 etapas fundamentales:

1ª . Acumulación de estrés que resulta en una hiperactivación (hyperarousal) prolongada:

En neuropsicología, la hiperactivación (hyperarousal) es una condición, generalmente temporánea, del sistema nervioso en respuesta a un estímulo. Esta condición consiste en un estado general de activación, con un aumento de la atención, alerta y capacidad de respuesta.

Cuando esta condición es intensa y ya no es momentánea, sino que perdura en el tiempo y se vuelve crónica, hablamos de híper-activación, uno de los requisitos para llegar al burnout;

2ª . Uso de estrategias de afrontamiento desadaptativas:

Cada uno de nosotros pone en práctica comportamientos para enfrentar las situaciones difíciles. Estas estrategias se denominan mecanismos de afrontamiento o coping mechanisms. No existen estrategias correctas o incorrectas a priori, sino útiles o no útiles y más o menos perjudiciales para la salud. Las que se utilizan en esta fase son principalmente: aumento del consumo de alcohol y tabaco, de las horas de trabajo, descuido personal y de las relaciones sociales;

3ª . Burnout:

Las estrategias de afrontamiento ya no son útiles y hay un claro agotamiento físico y mental

Es esencial darse cuenta de cuándo comienza este proceso, ya que el apoyo psicoterapéutico oportuno puede ayudarte a evaluar la situación y redirigir tus energías de manera más saludable.

Los términos Trauma Indirecto (o Vicario) y Fatiga por Compasión son básicamente sinónimos y se refieren a las reacciones que las personas tienen como resultado del escuchar o ver eventos que han causado un trauma en las personas con las que están hablando o que están viendo (por ejemplo, en videos o televisión).

El Trauma Indirecto resulta de la combinación de 3 elementos:

Exposición repetida a este tipo de historias o imágenes.

Efecto acumulativo que tienen sobre la persona que escucha / observa, por lo que la reacción emocional se vuelve cada vez más intensa.

Cambio duradero en la personalidad que involucra todas las dimensiones de la vida de una persona.

El cambio principal es una disminución gradual de la empatía y la compasión hacia los demás.

Los profesionales que trabajan directamente con víctimas de catástrofes, traumas o enfermedades corren un riesgo mayor de sufrir un trauma indirecto. Las categorías principales son: trabajadores sociales, psicólogos, psicoterapeutas, enfermeros, paramédicos, médicos de primeros auxilios, técnicos de radiografía, coordinadores de unidades de salud, bomberos, policías, profesionales de protección a la infancia, abogados, veterinarios y profesionales de protección de los animales, docentes, periodistas. Incluso los familiares y otros cuidadores informales de personas que padecen una enfermedad crónica pueden experimentar fatiga por compasión.

Trastorno de Estrés Agudo (TEA), Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT), TEPT Complejo

El Trastorno de Estrés Agudo y el Trastorno de Estrés Postraumático son dos síndromes descritos en el DSM, es decir, en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales. El TEPT (Trastorno Post-Traumático de Estrés), en particular, está entrando cada vez más en el lenguaje común, por lo que es importante aclarar de qué se trata para evitar dudas y malentendidos.

Según el DSM, el Trastorno de Estrés Agudo y el TEPT tienen síntomas muy similares, pero difieren principalmente en duración y aparición.

Para que podamos hablar tanto del uno como del otro, tiene que haber habido una exposición a un evento particularmente violento, de mucha intensidad y amenaza que ha conllevado sentimientos de miedo, impotencia y horror.

La sintomatología involucra estos tres aspectos fundamentales:

Intrusión: la persona revive persistentemente el evento a través de recuerdos o pesadillas repetitivas e intrusivas;

Evitación: la persona evita los estímulos asociados con el trauma;

Hiperactivación: la persona presenta síntomas de mayor activación, como trastornos del sueño, irritabilidad o rabia, hipervigilancia, dificultad para concentrarse, respuestas de alarma exageradas;

En el caso del Trastorno de Estrés Agudo, los síntomas aparecen dentro de las 48 horas posteriores al evento y pueden durar de tres días a un mes. A estas reacciones comunes a ambos trastornos, se agregan otras, más específicas del TEA, cuales el numbing (entumecimiento y confusión) y la disociación.

Para hablar de Trastorno de Estrés Postraumático, tiene que haber una persistencia de los 3 síntomas principales durante más de un mes y su aparición dentro de los 3-6 meses posteriores al evento.

Nos referimos a Trastorno de Estrés Postraumático Complejo cuando la persona ha vivido de manera prolongada o repetida situaciones que han llevado a traumas.

¿Dónde encontrar refugio hoy en día?

El siguiente enlace te lleva a un artículo que ilustra una investigación sobre las experiencias de los operadores humanitarios que salen en misión con las ONG y el modelo con el que trabajo:

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